Si desea apreciar el magnífico espectáculo que en Piriápolis ofrecen las playas, la zona portuaria, el núcleo de la ciudad, las residencias de Punta Colorada, el paisaje, ¡y todo en simultáneo!; no puede dejar se subir al Cerro San Antonio.
Tiene más de 130 metros de altura, y la suavidad de su pendiente permite que sea un paseo que sin dificultades puede hacerse caminando. O si no, puede ascender en vehículo, o a través del servicio de aerosillas que lo unen con el puerto del balneario. Esta última posibilidad, es especialmente recomendable ya que ofrece una linda panorámica y es una experiencia muy disfrutable.
Es el cerro más emblemático del balneario, y debe su nombre a la modesta capilla que tiene en su cumbre y que honra al patrono de las damas que buscan a su amor. Según se conoce, la imagen del Santo fue traída especialmente desde tierras italianas.
A su vez, esta no es la única presencia religiosa que hay en el lugar: a medio camino hacia la cumbre también se puede encontrar a la Virgen de Stella Maris, protectora de los pescadores, marineros y navegantes.
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